El yo, el ego, el uno-mismo habitual, no es más que una especie de “idea” que tenemos de quiénes creemos que somos. Esta idea es comprensible y modificable en una primera fase y, en una posterior, transcendible. Entonces uno es el mundo, uno es la realidad que acontece. Entonces uno descubre quién es.Hay un hambre de tranquilidad y paz, hay una necesidad de lo sagrado. Estamos insatisfechos, poco creativos, pensamos todo el tiempo cosas inútiles, los sentimientos nos embargan, no tenemos dinero o casa o pareja. Es como si no fuéramos nosotros mismos. No sabemos con qué reglas jugar. Vagamos perdidos fingiéndonos felices.Uno puede plantearse quién le ha hecho y cómo ha sido creado. Que herencias tiene de sus padres. Qué influencias inconscientes le limitan, porqué el destino no viaja a su favor. Uno puede plantearse qué finalidad tiene en la vida, qué le gustaría que le pasara. Como lo hacíamos todos cuando fuimos niños y todo era posible. Somos libres para poder intentar descubrir el secreto oculto a gritos que entre generaciones y disfraces nos hemos ido pasando escondido. Todas las religiones, las prácticas, las tradiciones se ponen de acuerdo en el estruendoso silencio del Ser.Vamos por la vida cargando a nuestros muertos y antepasados sobre nuestras espaldas. Todas las tradiciones ancestrales y chamánicas así lo certifican pero nuestra tradición racional individualista tiende a olvidarlo. Para el ego es doloroso tener que aceptar que está, basicamente, creado por los padres. El árbol genealógico es a la vez nuestra mayor trampa y nuestro tesoro más preciado. Trampa que nos lleva a traicionarnos a nosotros mismos por quedarnos apegados fielmente a contratos inconscientes. Tesoro que nos engendra y nos da la posibilidad de vivir desarrollando la conciencia. Podemos estar educados y esculpidos de manera inconsciente y eso nos hace sufrir sin conocer las causas. Es labor propia el poner conciencia en el problema y disolverlo. Uno debe saber quién es. .Hay que atreverse a plantear cómo nos comportaríamos en la vida sino tuviésemos miedo. Si todo fuera posible y permitido ¿qué te gustaría ser? ¿Cuál es la finalidad de tu existencia? ¿Por qué me sucede una y otra vez eso que no quiero? ¿Por qué no consigo alcanzar mis objetivos centrales?
Este estudio de la Identidad está basado en las fusión de las enseñanzas que autores como Alejandro Jodorowsky o Bert Hellinger han desarrollado durante estas últimas decadas. Del mismo modo, los estudios sobre desarrollo neuronal cerebral y conciencia basados en las investigaciones de Joe Dispenza, Ken Wilber o Stanislav Grof aportan luz a la estructura causal del ego. Las grandes tradiciones Chamánicas y espirituales coinciden con la psicología clinica occidental en la influencia de los patrones familiares arquetípicos e inconscientes. Comprender el contenido del árbol es comenzar a liberarse de él, para poder desarrollarse personalmente de manera más sana y completa.
Fuente: www.centronagual.es
elbienestar.es
Yo soy... la expresión divina exactamente como yo soy, justamente aquí, justamente ahora.
Usted es la expresión divina exactamente como usted es, justamente aquí, justamente ahora.
Ello es la expresión divina, exactamente como ello es, justamente aquí, justamente ahora.
Nada, absolutamente nada, necesita ser agregado ni quitado.
Nada es más válido ni sagrado que nada.
No se necesita cumplir ninguna condición.
Lo infinito no está en alguna otra parte esperando que nosotros devengamos dignos de ello.
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